Dormir, según se sabe, es el más secreto de nuestros actos. Le dedicamos una
tercera parte de la vida y no lo comprendemos. Para algunos no es otra cosa
que un eclipse de la vigilia; para otros, un estado más complejo,
que abarca a un tiempo el ayer, el ahora y el mañana;
para otros, una no interrumpida serie de sueños.
(Jorge Luis Borges)
¿Le ha ocurrido que al pasar una noche en un hotel, en casa de un amigo o al aire libre, no ha podido dormir profunda o tranquilamente? La culpa de esto la tiene su instinto animal. Científicos de la Universidad Brown en Estados Unidos han descubierto que al dormir en un lugar diferente al habitual nuestro cerebro activa el “modo de supervivencia”, durante el cual uno de los hemisferios de nuestro cerebro no duerme.
La hipótesis propuesta por los científicos es que en este estado es más fácil para el cerebro despertarse, en caso de sentir cerca una amenaza, como lo puede ser un ruido extraño. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Current Biology.
Esta investigación permitirá a los científicos del sueño encontrar una forma de desactivar este mecanismo de defensa para ayudar a aquellas personas que se desplazan constantemente y no pueden dormir tranquilamente en sus viajes.