El sueño nos permite descansar, promueve el reciclaje y almacena la información que acumulamos durante el día y hasta ayuda a incrementar las fuerzas inmunes de nuestro cuerpo. La falta de él nos desorienta, y es incluso usado como una herramienta de tortura ya que sin descanso, las personas están dispuestas a revelar cualquier secreto y admitir cualquier crimen.
Los primeros daños cerebrales aparecen tras 24 horas sin dormir. Los científicos alemanes confirman que después de un solo día se producen leves síntomas de esquizofrenia como una alterada percepción del tiempo, cambio de los sentidos, fotofobia, alteraciones en la visión del color y también trastornos del lenguaje. Además, se cambia el fondo de las emociones y los largos plazos sin dormir provocan un mayor contrastante de los sentimientos: la risa se puede transformar en sollozos sin control.
Podemos evitar dichos síntomas si dormimos lo suficiente. Cada persona necesita una cantidad de horas diferentes, pero en general los médicos aconsejan a los adultos dormir una media de ocho horas. Más vale prevenir que lamentar.