Un equipo de la Unesco, que en el 2013 incluyó a Palmira en la lista de patrimonio en peligro a causa de la guerra, ha podido comprobar in situ la destrucción que han sufrido las ruinas de Palmira, que estuvo ocupada durante diez meses por el grupo yihadista Daesh (acrónimo árabe de la organización terrorista Estado Islámico, proscrito en varios países, entre ellos Rusia).
En Palmira, los yihadistas masacraron a al menos 400 personas en mayo, decapitaron a 20 hombres en el teatro romano, donde 25 soldados sirios fueron ejecutados a tiros por niños reclutados por el EI.
Más tarde, el EI decapitó al jefe de Antigüedades de Palmira, Jaled al Asaad, de 81 años, por negarse presuntamente a revelar el lugar donde se habían escondido varios tesoros.
Durante el tiempo que Palmira estuvo en manos del EI, los yihadistas dinamitaron los templos de Bel y de Bal Shamin, así como el Arco del Triunfo, y destruyeron varias estatuas del museo de la ciudad, cuyo suelo quedó lleno de escombros,
La ciudad de Palmira (Tadmor, en árabe) se levantó en un oasis repleto de palmeras, en el desierto.
Su esplendor empezó hace 2.000 años y llegó a su apogeo durante el Imperio de Palmira, encabezado por la reina Zenobia.
La monarca gobernó entre los años 268 y 273, hasta que el emperador Aureliano recuperó esos dominios para el Imperio romano.
Algunas de las obras más importantes han sido destruidas totalmente o de forma parcial.
"La segunda ola de destrucción de Palmira empezó con la llegada de Daesh en mayo del 2015: han ejecutado a Jaled al Asaad, han saqueado el yacimiento, han dinamitado los templos de Bel (era el más grande de Palmira) y Bal Shamin, tres torres funerarias y el Arco del Triunfo", explica a Sputnik, Nóvosti desde Francia, el arqueólogo sirio Ali Cheikhmous, de la Universidad de Estrasburgo.
Este experto asegura que la destrucción de Palmira empezó mucho antes de que la capturara Daesh.
Los bombardeos durante la ofensiva del Ejército sirio para retomar Palmira también causaron daños.
"Bombardearon a Daesh cerca de la ciudadela y el yacimiento arqueológico; la ciudadela ha resultado dañada por los lados este y norte", recalca Cheikhmous.
A pesar de la destrucción, el director de Antigüedades y Museos de Siria, Maamun Abdelkarim, se mostró muy optimista respecto a su estado días después de que se hubiera retirado Daesh de la ciudad.
Fotos: La destruida zona histórica de Palmira
Hasta hace poco, los expertos no han podido acceder a algunas zonas de la ciudad antigua, ya que el EI la había minado.
Con la salida de Daesh, la pesadilla para esta ciudad antigua no terminó.
Palmira "va a seguir en peligro porque los soldados están instalados de nuevo en el sector arqueológico y lo van a transformar otra vez en una especie de campo militar: proteger el yacimiento no está entre las prioridades del Ejército sirio ni de los otros actores militares, su prioridad es de vencer al adversario", subraya Cheikhmous.