"Por lo menos entonces había un equilibrio entre los polos políticos. Hoy no hay ningún equilibrio. Rusia es el único país en el mundo que puede detener esta locura", afirmó.
Chiesa considera que las causas de la rusofobia entre los europeos provienen de su ignorancia sobre la posición real de Rusia en cuanto a las cuestiones políticas actuales.
El cronista cree que Rusia debe crear canales de comunicación con otros países, y una red ramificada de medios para contrarrestar la guerra mediática.
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"La rusofobia es una herramienta política y estratégica para preparar la mentalidad de las personas para la guerra", agregó.
Europa sigue con su camino de desnacionalización, según Chiesa. Las voces de los viejos países de Europa son silenciadas, mientras que las megafonías de la UE —Estonia, Letonia y Lituania— agudizan la tensión al acusar a Rusia.
"Es poco probable que Europa pueda mantener su imagen con los líderes actuales. Todos ellos son manipulados por la Casa Blanca. Necesitamos una nueva élite política; paso a paso los partidos viejos mueren. En cinco años el panorama político cambiará", resumió.
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Chiesa reconoce que la lucha contra el terrorismo cambió la percepción de la imagen de Rusia, gracias a la operación exitosa de las Fuerzas Aeroespaciales rusas en Siria.
"Las tentativas de imponer un dictamen negativo sobre Rusia fracasó, así que la élite europea está perdida y no sabe que decir", concluyó el analista.
