"Ante la gravísima situación del país (…), hacemos un llamado a todos los poderes públicos en los diversos ámbitos de sus respectivas competencias a que escuchen con respeto la voz del pueblo", asentaron los obispos.
"Nunca antes habíamos sufrido los venezolanos la extrema carencia de bienes y productos básicos para la alimentación y la salud, junto con otros males como el recrudecimiento de la delincuencia asesina e inhumana, el racionamiento inestable de la luz y el agua y la profunda corrupción en todos los niveles del Gobierno y la sociedad", sostiene el texto de la conferencia episcopal.
Según los obispos, "el Gobierno debe favorecer todas las formas de ayuda a los ciudadanos, es apremiante la autorización a instituciones privadas, como Cáritas (brazo social de la Iglesia Católica) y otros programas de diferentes confesiones religiosas, para que podamos traer alimentos y medicinas provenientes de ayudas nacionales e internacionales".
Entre esos temas incluyeron "el de los llamados presos políticos", y consideraron que "la ley de amnistía (aprobada por la Asamblea, pero rechazada por el Gobierno y el Poder Judicial) es un clamor nacional e internacional y una contribución a la distensión social".
Lea también: La Ley de Amnistía: luz verde para el fascismo en Venezuela
"Desconocer a la Asamblea Nacional es desconocer y pisotear la voluntad de la mayoría del pueblo", agregaron los obispos.
La religión católica es mayoritaria en Venezuela y el papa Francisco recientemente dirigió un mensaje específico a este país en el que pidió diálogo entre los contendores que protagonizan una aguda polarización política.