"Queman camión y saquean centro comercial en el centro de Maracaibo", informó la página web del diario Panorama, el principal de esa capital petrolera del occidente.
Versión Final, otro diario de la ciudad, señaló que "durante horas de protestas contra la escasez de alimentos y cortes de electricidad, un galpón con alimentos fue saqueado en el sector Haticos y ocurrió lo mismo en otros comercios de la zona".
Protestas menos violentas se registraron en las ciudades occidentales de Barquisimeto, Barinas y Machiques, las centrales de Maracay y Valencia, las orientales de Barcelona, Guanta, Puerto Ordaz y San Félix, y en el este de Caracas hubo un conato de saqueo.
Las protestas siguieron a cortes de electricidad de cuatro horas diarias en casi toda la provincia, superpuestos en algunos casos a imprevistos apagones, mientras la escasez de alimentos mantiene largas colas de consumidores ante tiendas y supermercados.
Francisco Arias, gobernador de la región de Zulia, capital Maracaibo, llamó a "rechazar a los promotores de la violencia" pues "no resuelve los problemas. Solo con solidaridad y unidad podremos resolverlos", según escribió a sus 328.000 seguidores en Twitter.
Hago un llamado al pueblo noble, amante de la Paz, inteligente y laborioso del Zulia a rechazar a los promotores de la violencia.
— Francisco Arias C (@PanchoArias2012) 27 de abril de 2016
La destrucción y la violencia no resuelven los problemas. Solamente con solidaridad y unidad podemos resolver las dificultades.
— Francisco Arias C (@PanchoArias2012) 27 de abril de 2016
En uno solo de los sectores de Maracaibo la Guardia Nacional (policía militarizada) detuvo a nueve saqueadores, según Versión Final, y en otros debió emplear gases lacrimógenos y disparos de perdigones (balines plásticos) para dispersar a los saqueadores.
"La Fuerza Armada detendrá a todos los que tenga que detener si están implicados en la violencia", advirtió el secretario de Arias, Giovanny Villalobos.
Venezuela aplica desde el 25 de abril un racionamiento de electricidad y aumentó los días de asueto para encarar sus déficit de energía eléctrica y agua potable en las ciudades, superpuestos a un cuadro económico signado por recesión, escasez e inflación.