
A finales del siglo 20, los cálculos científicos llevaron a la comprensión de que la "máquina del tiempo" puede ser, en realidad, objetos espaciales en un mundo de enormes masas y energías: agujeros de gusano, agujeros negros, cuerdas cósmicas.
Estudios recientes muestran que los viajes en el tiempo, teóricamente, son posibles hasta en un laboratorio. De acuerdo con las estimaciones de los científicos rusos, es posible que una pequeña "máquina del tiempo" surja como resultado de los experimentos en el Gran colisionador de hadrones.