Durante las maniobras, los militares de ambos países ensayaron nuevos uniformes diseñados para mantener a un soldado a flote al nadar en aguas glaciales. Además, el grupo construyó un iglú y se movió en motonieve.
Los ejercicios actúales buscan asegurar la disposición de los paracaidistas tanto rusos como bielorrusos de actuar bajo cualesquier circunstancia.