"Se trata de un nuevo tipo de golpe de Estado aprovechando las argucias legales", apunta Couso.
El eurodiputado cree que se trata, a su vez, de un "ataque a la separación de poderes en Brasil".
Según los datos aportados por le ONG Transparencia Brasil, al menos 303 de los 513 diputados que componen la Cámara de los Diputados estarían siendo investigados por algún tipo de delito, desde fraude hasta homicidio, mientras que en el Senado 49 de sus 81 miembros estarían actualmente bajo sospecha.
Couso destaca especialmente el caso de "varios diputados con diatribas golpistas e incluso con loas al torturador físico de la presidenta" y el del presidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, quien está considerado el máximo impulsor del proceso contra Rousseff.
El político cree que esta situación de "doble moral" es posible gracias al "apoyo de los grandes medios y los grandes poderes económicos".
"Es curioso que todo el mundo no se lleve las manos a la cabeza cuando están tratando de derrocar un Gobierno votado democráticamente por 54 millones de personas: la función del Parlamento es controlar el Gobierno, pero no derribarlo, esto es una destitución a las bravas", insiste Couso.
Venezuela
El eurodiputado ve una similitud entre la oposición brasileña y la venezolana.
"Esto no solo se ve en Brasil, también se está viendo en la derecha opositora venezolana, que está haciendo lo mismo", apunta el político.
La oposición "se cree que al ganar la Asamblea Nacional está por encima de los otros cinco poderes", concluye Couso.