
Según los últimos cálculos del Frente Brasil Popular, plataforma organizadora de las manifestaciones oficialistas en Río de Janeiro, al menos 50.000 personas ocuparon el paseo de la playa de Copacabana para demostrar su apoyo a la presidenta Dilma Rousseff y denunciar las irregularidades de un proceso al que catalogaron abiertamente como "golpe" y maniobra antidemocrática.
Como había alertado en las redes sociales, el popular representante del espectáculo de música funk "Furacao 2000", Rômulo Costa, miles de jóvenes de lo suburbios de Río de Janeiro acudieron a su cita con la música y en apoyo a Rousseff en la playa de Copacabana, el objetivo de Costa es lograr juntar a 100.000 jóvenes de las favelas para impedir que las clases altas de la ciudad consigan robar el protagonismo de las manifestaciones.
De hecho, el incidente más grave de la mañana se produjo cuando un manifestante a favor de Rousseff fue detenido por la Policia Militar después de emplear un cuchillo para rajar uno de los grandes patos hinchables colocados por la FIESP de cara a la manifestación de la tarde, el hinchable de 7 metros de altura formaba parte de la campaña "#quienpagaelpato" que en los últimos meses acusó a Rousseff de la grave situación económica de Brasil.
Por último, la Explanada de los Ministerios de Brasilia, donde se esperan 300.000 personas durante la votación del impeachment, permanecía vacía a primera hora de la mañana, con la única presencia de los grupos a favor y en contra acampados en los alrededores, aunque se espera que será llenada rápidamente a partir de las 14h de la tarde (17h GMT) cuando de inicio el proceso de votación en la Cámara de los Diputados.