De esta manera el número total de los prisioneros en el centro estadounidense se redujo hasta 80 personas.
Todos los presos transferidos a la nación árabe son ciudadanos de Yemen que, según EEUU, ya no representan peligro para la seguridad nacional.
El presidente estadounidense, Barack Obama, había prometido en numerosas ocasiones cerrar la prisión de Guantánamo, donde EEUU mantiene sin juicio a extranjeros sospechosos del terrorismo.
Sin embargo, el Congreso se opone al cierre citando la amenaza que representarían los presos una vez trasladados al territorio estadounidense, lo que obliga a la Casa Blanca a buscar terceros países que estén dispuestos a acoger a los reclusos.
El reino saudí accedió a recibir un grupo de los presos en vísperas de la visita de Obama programada para la semana que viene.