"Expresamos nuestras más sentidas condolencias con motivo del terremoto que afectó la isla de Kyushu, provocando víctimas humanas y considerables destrucciones, siempre estamos dispuestos a acudir en ayuda en tales situaciones, si nuestros vecinos japoneses lo necesitan", dijo Lavrov en rueda de prensa al cierre de las negociaciones sostenidas con su homólogo nipón, Fumio Kishida.
El más fuerte terremoto desde 2011 –de magnitud 6,5 en la escala Richter, mientras la Agencia Meteorológica de Japón lo valoró en 7 puntos, el valor máximo según la escala japonesa– sacudió el jueves la isla japonesa de Kyushu.
El epicentro se encontraba en la prefectura de Kumamoto, a una profundidad de 11 kilómetros, después se produjeron más de 120 réplicas de diversa magnitud.
El Gobierno del país informó de nueve víctimas mortales y 760 hospitalizados, 14.000 familias quedaron sin luz, 20.000 sin suministro de agua y 6.000 sin gas.
Más de 44.000 personas fueron evacuadas.