"No estaremos en la unión nacional, no vamos a colaborar", explicó Lula da Silva a sus allegados en referencia al discurso filtrado por el vicepresidente del Gobierno, Michael Temer, en el que argumentó que estaba abierto al diálogo con los diferentes partidos para acabar con la crisis.
Es por ello que el líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT) ha iniciado una serie de maniobras que incluyen actos políticos en todo el país, el pasado lunes reunió 50.000 personas en Río de Janeiro, e intensos contactos con los principales movimientos sociales y sindicatos del país.
De hecho, el director de la Central Única de Trabajadores (CUT), Julio Turra, en declaraciones recientes a Sputnik Novósti explicó que el próximo viernes habrán fuertes movilizaciones y manifestaciones de sindicatos de todo el país para forzar a los diputados indecisos a que se posicionen en contra del 'impeachment'.
En las últimas 48 horas, al menos cuatro partidos de la alianza de gobierno anunciaron su intención de votar a favor de la destitución de Rousseff siendo los dos últimos el Partido Trabajista Brasileño (PTB) y el Partido Social Democrático (PSD), además del Partido Progresista (PP), que retiró su apoyo el martes.