"La colisión cristiano-musulmana, que raya constantemente en un conflicto entre civilizaciones, es la esencia del reto global del flujo masivo de los refugiados", dice el comunicado.
Agrega que "casi 1,5 millones de personas, en su mayoría musulmanes, se trasladaron en corto tiempo a los países del Viejo Mundo, lo que torpedea el equilibrio étnico-religioso existente en el continente, y no a favor de Europa".
El terrorismo, añaden los participantes del foro, está vinculado estrechamente con la migración y es "una respuesta bárbara", "una reacción del islamismo fundamental a la injusticia y la distorsión del orden mundial, la desigualdad social y la miseria", así como al carácter consumista y no espiritual del mundo occidental.
El flujo de los refugiados desde Oriente Medio, Asia y África conlleva un gran número de posibles problemas, en particular, la amenaza del terrorismo, las enfermedades infecciosas y epidémicas, etc. que pueden resultar en "el derrumbe de la idea formada durante mucho tiempo de la casa paneuropea tolerante y multicultural".
Asimismo el documento califica el cristianismo europeo, "especialmente occidental, de una fuerza desmoralizada".
Los participantes de la conferencia, subraya el texto, "condenan la firma por la UE de los acuerdos cínicos con Turquía y otros países de Oriente Medio que a cambio de las inyecciones financieras de la UE reciben a los deportados".
"Los dramas humanos de esta pobre gente siguen sin resolverse", afirma el documento.
A principios de abril comenzó la realización práctica del acuerdo migratorio entre Turquía y la UE.
Conforme al documento que entró en vigor el 20 de marzo, la UE devolverá a Turquía a todo inmigrante irregular nuevo que llegue a las costas griegas.
Por cada sirio devuelto, la UE deberá aceptar un refugiado sirio.
Los Veintiocho se comprometen también a acelerar la liberalización de los visados para nacionales turcos y las negociaciones sobre el ingreso de Turquía en el bloque europeo, así como el pago de 3.000 millones de euros adicionales hasta finales de 2018 para ayudar a Ankara a combatir la crisis migratoria.