El acuerdo, que tendrá una duración de 10 años, permitirá a los norteamericanos construir y utilizar 5 bases militares —una terrestre y 4 áreas-, incluida la base de la Fuerza Aérea "Antonio Bautista" ubicada en la isla Palawan, ubicada en las cercanías a la zona disputada en el mar de China Meridional.
Además, Washington otorgará 40 millones de dólares a Manila, una parte para entrenar a la Armada filipina, y la otra para mantener a los aerostatos de vigilancia que serán desplegados en las islas controladas por Filipinas.
El tratado de defensa recíproca entre EEUU y Filipinas fue firmado el 30 de agosto de 1951 y obliga a los países a prestarse apoyo mutuo en caso de amenaza de una tercera parte.
A base de estos tratados fueron construidos las bases militares de EEUU. En 1991, debido a la ola de antiamericanismo en las islas, el Senado filipino rechazó el nuevo tratado de las bases y como consecuencia la presencia militar norteamericana fue cerrada.
Sin embargo, a principios de los años 2000 empezó un nuevo acercamiento entre Washington y Manila: los norteamericanos necesitaban aliados en el Sudeste Asiático en vista del creciente poder militar chino, y Filipinas esperaba contar con la ayuda de EEUU en sus disputas territoriales con China y en la lucha con los rebeldes islamistas.