"No sabemos nada de ningún plan B, nosotros estamos trabajando en el cese del fuego en Siria", dijo Riabkov.
"Espero que no exista", apuntó.
Además descartó que Moscú sucumba a las presiones, al referirse a los propósitos de los estadounidenses de presentar las reuniones en Ginebra y Nueva York como una plataforma para influenciar a Rusia.
"Somos inmunes a cualquier tipo de presión", remarcó.
El 22 de febrero EEUU y Rusia acordaron un alto el fuego en Siria a partir del 27 de febrero.
La tregua no se extiende a los grupos declarados terroristas por la ONU, entre ellos Daesh (el autoproclamado Estado Islámico) y Frente al Nusra, ambos proscritos en Rusia y otros países.
Apenas 24 horas después del anuncio del acuerdo, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, reveló que Washington tenía un plan B por si el proceso de paz en Siria no diera resultado en los próximos meses.
Posteriormente Kerry matizó que su Gobierno nunca expuso un plan B para resolver la crisis en Siria.
El martes el periódico The Wall Street Journal afirmó, citando a altos funcionarios, que la CIA y sus aliados regionales cuentan con un plan para entregar armamento de mayor potencia a la oposición armada siria en el caso de que fracase el alto el fuego.
El llamado plan B contempla el envío de armas para derribar aviones del Ejército sirio.