"Como bloque, somos el tercer productor a nivel mundial", subrayó Del Pino a sus interlocutores de Bolivia, Colombia, Ecuador y México, quienes produjeron un respaldo, moderado, a la reunión de exportadores que se celebrará en Doha el 17 de abril en procura de apuntalar los precios y el mercado.
Los reunidos en Quito producen unos siete millones de barriles (42 galones) por día, pero si se agrega la producción de Argentina, Brasil y Trinidad y Tobago rebasaría los diez millones de unidades, un volumen como el de Arabia Saudí, Rusia o EEUU.
Del Pino insistió en su argumento de que "en los próximos 15 a 20 años no se vislumbra una sustitución del petróleo como fuente de energía eficiente y eso requiere inversiones que a su vez necesitan un precio que las justifique".
La reunión de Quito animó a los productores que se reúnan en Doha a "tomar las acciones necesarias a fin de estabilizar el mercado mundial de petróleo, para mejorar los precios en beneficio de los países productores y consumidores".
También hubo acuerdo en buscar cooperación e intercambiar información, pero no se avanzó en definir compromisos, pues México señaló que se mantiene como observador en los acuerdos y Colombia es refractaria a fijar límites de producción.
"Este es un mercado donde no tenemos que entrar a regular la oferta, sino a buscar otros esquemas", dijo la ministra de Minas y Energía de Colombia, María Lorena Gutiérrez.
Bolivia tiene una producción marginal en el mercado global, unos 5.000 barriles diarios de crudo, y es un importador neto de derivados.
Del Pino subrayó que "la decisión de adherirse al acuerdo que resulte de la reunión (en Doha) debe ser libre y no condicionada a la decisión de ningún otro país".
Doha ya fue escenario de un acuerdo de principio entre cuatro países —Arabia Saudí, Catar, Rusia y Venezuela- para congelar la producción, y a la reunión del día 17 podrían acudir más de 15 naciones exportadoras de petróleo.