Keith Allen Harward es un exmarinero estadounidense de 60 años que en el lejano 1982 fue acusado de matar a Jesse Perron, ciudadano de la ciudad de Newport News, y de violar a su esposa, mientras sus tres hijos dormían cerca.
Sin embargo, el día 7 de abril un análisis de ADN del esperma dejado por el delincuente demostró que Harward no tiene nada que ver con los delitos que le fueron incriminados hace tantos años. El Tribunal Supremo anuló “las condenas de Harward por asesinato, violación, sodomía forzada y robo".
Los mismo resultados revelaron que el verdadero asesino de Jesse Perron es el compañero de Harward, Jerry L. Crotty.
Pese al hecho de que finalmente la justicia triunfó, Crotty ya no puede ser condenado porque murió hace 10 años en una de las prisiones del estado de Ohio, donde cumplía sentencia por crímenes de secuestro, violación de domicilio, entre otros.