Lavrov "calificó de inadmisible el uso de fuerza en la zona del conflicto y mencionó la importancia de respetar los acuerdos sobre el alto el fuego (…) y crear condiciones adecuadas para continuar las negociaciones en el formato del Grupo de Minsk de la OSCE", comunicó.
Según el ente, el canciller ruso agregó que Moscú aplicó esfuerzos para entablar un armisticio ya desde el inicio de la escalada del conflicto.
Los enfrentamientos a gran escala que se reanudaron en Nagorno Karabaj el 2 de abril suponen la mayor espiral de violencia desde que el conflicto entró en fase latente hace más de dos décadas.
Armenia responsabilizó de la ofensiva a Azerbaiyán que, a su vez, denunció bombardeos de localidades desde el lado armenio.
El martes, en la zona se impuso un alto el fuego.
Ereván y Bakú viven enemistados desde el inicio del conflicto de Nagorno Karabaj, en 1988, cuando este enclave, poblado en su mayoría por armenios, decidió independizarse de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes tras una escalada de hostilidades en el período de 1992 a 1994.
Para impulsar una solución negociada del conflicto, en 1994 se instituyó el Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial; por su parte, Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones.