Se trata de Mohammed Abrinio, "el hombre que tuvo un contacto fugaz en la estación de metro Pétillon, en Bruselas, con el kamikaze que realizó una explosión en la estación de metro Maelbeek".
Abrini, nacido en 1984, era buscado por la justicia desde noviembre pasado como supuesto cómplice de Salah Abdeslam.
Tres yihadistas detonaron cinturones explosivos cerca del Estadio de Francia, donde se celebraba un amistoso entre las selecciones de Francia y Alemania.
El segundo grupo, supuestamente compuesto por cuatro personas, atacó cafeterías y restaurantes al noreste de París y otros tres terroristas tomaron rehenes y asesinaron a casi un centenar de personas en la sala de conciertos Bataclán.
Los atentados dejaron un saldo de 130 muertos y más de 300 heridos.
También la capital belga fue sacudida el 22 de marzo por tres explosiones suicidas —dos en el aeropuerto Zaventem y una en la estación de metro Maelbeek— que se saldaron con 32 muertos y 340 heridos, según Sanidad.