Este plan fue presentado por Dario Stefano, senador del partido Sinistra Ecologia Libertá.
Según el político, "el vino es un signo de identidad de Italia, y es tiempo de introducir 'historia del vino' como asignatura obligatoria".
El gobierno asignará unos doce millones de euros para enseñar a los profesores, que darán clases de vino durante una hora a la semana, de ser aprobado el proyecto.
"No intentamos enseñar a los niños a beber. Las nuevas clases solo enriquecerán la educación de nuestros escolares. No esperamos de los niños que se conviertan en músicos aunque estudien música en el colegio", agregó.
Italia es actualmente el mayor productor de vino a nivel mundial, según la Organización Internacional del Vino (OIV). El vino es uno de los productos italianos más exportados (48,9 millones de hectolitros) y más valorados internacionalmente.