"Durante toda la operación los aviones de la Fuerza Aeroespacial rusa bombardearon exclusivamente objetivos terroristas comprobados (…), resalto que ni un monumento en Palmira no fue dañado por la operación de las fuerzas rusas", dijo Rudskói.
"Estos bombardeos destruyeron la mayoría de los puestos de mando de los yihadistas y las posiciones de la artillería", afirmó, señalando que los aviones rusos destruían todas las semanas convoyes que transportaban pertrechos y yihadistas a Palmira.
El teniente general recordó que a inicios de marzo en Palmira fueron desplegados más de 4.000 de yihadistas, 25 carros de combate y vehículos blindados y 20 unidades de artillería.
Según Rudskói, la liberación de Palmira "tiene significado estratégico" ya que la ciudad se ubica en el centro del país y está bien comunicada con todas las regiones del país.
Al estimar la superficie que los zapadores necesitan desminar, Rudskói mencionó 180 hectáreas en la parte residencial e histórica de Palmira.
Palmira, uno de los seis lugares de Siria declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, había caído en mayo de 2015 en manos de Daesh, una organización proscrita en Rusia y otros países.
Foto: La destruida zona histórica de Palmira
El 27 de marzo el Ejército sirio y el grupo 'Halcones del Desierto' recuperaron el control de la ciudad tras eliminar a los últimos terroristas de Daesh.