Llegaron a su fin los combates en Palmira. Fueron suprimidos los últimos focos de resistencia de los terroristas. El Ejército y las milicias se... 28.03.2016, Sputnik Mundo
Llegaron a su fin los combates en Palmira. Fueron suprimidos los últimos focos de resistencia de los terroristas. El Ejército y las milicias se apoderaron completamente de la ciudad y ahora los ingenieros se encuentran desminando las calles. Palmira, cuyas antiguas ruinas constituyen uno de los seis sitios Patrimonio Mundial de la UNESCO en Siria, estuvo bajo el control del Estado Islámico (Daesh en árabe, organización extremista proscrita en Rusia y otros países) desde mayo de 2015.
Las antiguas columnas de la ciudad solían utilizarse para ejecuciones: los terroristas sujetaban a personas a las columnas y luego los hacían estallar.
El Museo Nacional de Palmira fue saqueado. Según comunica el corresponsal de RIA Novosti, una parte de las exposiciones fue destruida, mientras que el edificio principal fue afectado por los combates.
Los combatientes aniquilaron todo lo relacionado con los cultos religiosos de la antigüedad, incluyendo unas columnas funerarias romanas y varias columnas de la carretera que separaban las calles peatonales.
Los terroristas destruyeron todos los pedestales y vitrinas en el edificio del museo. Los fragmentos de las estatuas están esparcidos por todas las plantas.
El ministro de Cultura de Siria, Isam Khalil, señaló que los objetos antiguos serán restaurados sin falta. “Evaluaremos los daños causados por los terroristas a los monumentos de Palmira y luego los restauraremos. Prometemos que los monumentos recuperarán su antiguo estado”, declaró el ministro. Recordó que se logró trasladar algunos de los artefactos antes de la invasión de la ciudad.
La ciudad se encuentra ante un lento proceso de recuperación. Deben ser restaurados primero los pocos objetos de valor cultural que los terroristas no eliminaron.
Mientras Palmira estaba bajo el control de los militantes, fue parcialmente destruido el Templo de Baalshamin que es uno de los santuarios más importantes de la ciudad. Además, se destruyó parcialmente el Templo de Bel, se estallaron tres torres funerarias, entre ellas, una de las más famosas que es la Tumba-Torre de Elhbel (año 103 d.C.).
Durante los combates fue destruido el techo del Museo Nacional, así como fue dañado una de las paredes.
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