MONTEVIDEO (MESA AMÉRICAS) (Sputnik) — "Uber pretende desregular el transporte público de pasajeros, así que nos opondremos con toda la fuerza necesaria", señaló Viviani.
"El pasajero, cuando llama a un taxi, no le paga a taxista, paga con una tarjeta de crédito que maneja Uber, que es quien marca el precio del viaje", indicó.
Este servicio, aseguró el sindicalista, pretende bajar el precio del trayecto y el salario al taxista regular.
"Si el tema es bajar el costo de un viaje porque aquella persona que presta el servicio no cumple con las normativas legales están evadiendo la ley", enfatizó.
Viviani señaló también que tanto el Gobierno nacional de Mauricio Macri como el de la ciudad de Buenos Aires están en contra de la llegada de este servicio al país.
"De hecho, hay una ley en la Ciudad de Buenos Aires que prohíbe la instalación de cualquier sistema que no sea por radiotaxi", añadió el gremialista.
El sistema usa la ubicación GPS del teléfono y la de los conductores disponibles, y asigna el servicio de manera automática al coche más cercano.
Los servicios de la compañía son accesibles en más de cien países del mundo.
En América Latina, el servicio está disponible en varias ciudades de Colombia, Brasil, Perú, Chile y Uruguay, donde los taxistas de estos países también se han resistido a su aplicación.