"La llaman la ley de protección, pero de hecho es una ley de vigilancia sobre las prostitutas. Dará muchos problemas a la industria", opina Undine de Rivière, la portavoz de la alianza alemana "Servicios eróticos y sexuales".
Los trámites para registrarse destruirán la infraestructura existente y empujarán a muchas trabajadoras al sector ilegal. Como consecuencia, la legislación les "perderá" de vista, y no estarán protegidas en caso de abuso o de ataques, comenta de Rivière.
Entre las exigencias, destaca el uso obligatorio de anticonceptivos —una norma semejante existe en Baviera—. "Allí la policía asalta la habitación para comprobar el cumplimiento de la ley con una linterna. Si lo que intentan es humillar con esto a todas las partes involucradas, entonces esta modificación lo logra. Es imposible comprobar esta norma sin humillar a la gente", asegura de Rivière.
Los trabajadores sexuales alemanes tratan de expresar sus opiniones y críticas sobre la legislación, pero el Ministerio alemán de Asuntos Familiares —la entidad responsable de normar la industria— no suele hacer caso a sus recomendaciones.
"Estamos listos para hablar con los políticos. Si aprueban la ley como es, algunos de nosotros estamos dispuestos a plantear el asunto ante el Tribunal Constitucional. Haremos todo lo posible para frenar o abolir esta ley", promete de Rivière.
La controvertida ley ya está aprobada por el Gobierno y tiene que pasar la aprobación del Parlamento Federal y del Consejo Federal de Alemania. "El proyecto puede ser rechazado en varios etapas. También ya estudiamos cómo podemos abolir la ley en caso de su adopción", concluye la representante de la alianza de los trabajadores sexuales.