Según Hanson, la malicia de Sophia es una broma. El creador informó que la máquina fue diseñada para trabajar en las áreas de salud, educación o atención al cliente. "Hablar con la gente es mi función principal", dijo el robot, durante la entrevista.
El cuerpo del androide está recubierto de un material maleable llamado "Frubber", muy parecido a la piel humana. Los múltiples motores ocultos bajo la superficie de su rostro permiten a Sophia expresar diversos tipos de emociones. Con las cámaras en sus ojos, ella reconoce expresiones faciales y hace contacto visual.
Además de Sophia, Hanson Robotics ha creado otras máquinas entre las que destaca Albert Hubo, una versión androide de Albert Einstein, y el primer robot con expresiones faciales realistas capaz de caminar. Según Hanson, en menos de 20 años, dichos robots estarán entre nosotros y será imposible distinguir a las máquinas de los humanos reales.