La carcasa del dispositivo que proporciona una conexión directa entre el cerebro humano y un ordenador, fue diseñada por los mismos niños y luego impresa mediante una impresora 3D. Los menores también desarrollaron, de forma independiente, todos los programas y algoritmos necesarios para el funcionamiento del robot.
Según uno de los directores de la escuela donde estudian los dos prodigios, proyectos similares ya han sido desarrollado en otras partes, pero entre escolares un proyecto de tal complejidad es muy inusual.
Dispositivos controlados mentalmente son especialmente útiles para personas con discapacidad. Con la ayuda de tales herramientas, personas con deterioro de las funciones motrices y del habla, tras un derrame cerebral o lesiones graves, pueden controlar una silla de ruedas u otro equipo sin necesidad de pulsar ningún botón.