Este miércoles el presidente de EEUU, Barack Obama, firmó una orden ejecutiva que impone nuevas sanciones contra Corea del Norte.
En particular, ordenó un embargo a toda propiedad del Gobierno norcoreano y del Partido del Trabajo de Corea en territorio estadounidense y a los activos relacionados con los sectores industriales del país, incluyendo los ámbitos de transporte, minería y energía.
Asimismo, el decreto prohíbe exportar o reexportar al país asiático cualquier tecnología y artículos así como bloquea las inversiones estadounidenses en su economía.
El pasado 2 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó unánimemente la resolución 2270 que endurece las sanciones contra Pyongyang y ordena inspeccionar todas las mercancías para Corea del Norte, prohibir la venta de armas convencionales norcoreanas, limitar la exportación de carbón, hierro, oro, titanio y minerales naturales raros.
Además, el país no podrá comprar combustible para aviones, incluido para cohetes.
La tensión en la península de Corea se volvió a disparar después de que Pyongyang llevara a cabo su cuarta prueba nuclear el 6 de enero y un mes después lanzara un cohete con un satélite en lo que pudo ser un ensayo encubierto de un misil balístico.