El especialista consideró que la retirada de Siria fue una decisión tanto militar como política, tras la cual "Rusia se ha fortalecido al reestablecerse como un actor de gran influencia global", que pone a Moscú frente a la posibilidad de ampliar su influencia en la región.
"Para Rusia es el momento de expandir discreta y lentamente su influencia en la región, subrayando ahora el frente diplomático", valoró Ramalho, quien también se desempeña como docente en el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia.
El director de la Esude de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), destacó el trabajo que hizo Rusia en el marco de la cooperación con Estados Unidos, lo que puede determinar el futuro del presidente sirio Bashar Asad.
"Promover ese cambio ahora requeriría un nivel de involucramiento en la región que Washington no tiene ni las condiciones ni la voluntad política de materializar", opinó el especialista, quien aseguró que "los próximos pasos (de Estados Unidos) serán coordinados con Rusia e Irán, siempre con atención a los intereses de Israel y Arabia Saudí".
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó el lunes comenzar la retirada militar de Siria, al dar por cumplida su misión antiterrorista e intensificar, paralelamente, las gestiones para alcanzar la paz.
El primer grupo de aviones rusos abandonó el martes el territorio sirio, según informó el Ministerio de Defensa ruso.