MADRID (Sputnik) — "Refugiados bienvenidos" o "este acuerdo es ilegal", fueron algunos de los lemas más coreados durante la concentración en Madrid, en la céntrica Puerta del Sol, en la que había cerca de 5.000 asistentes, según confirmaron los organizadores a Sputnik Nóvosti.
"Esta UE nos da un profundo asco porque se está comportando prácticamente de forma idéntica a los nazis, de forma clasista y xenófoba contra personas que simplemente son pobres o huyen de una guerra", aseguró a Sputnik Nóvosti y otros medios el diputado y líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón.
Decenas de ONG, partidos políticos y otras organizaciones convocaron esta protesta para denunciar que la Unión Europea "trata a los refugiados y refugiadas como moneda de cambio con el Gobierno de Turquía".
"El preacuerdo con Turquía evidencia la absoluta insensibilidad de la UE y los Estados miembros ante la crisis humanitaria de las refugiadas y refugiados que arriesgan su vida huyendo de la guerra", señala el manifiesto que se leyó en varias ciudades españolas.
Los manifestantes denuncian que este acuerdo "además de incumplir la legalidad internacional, elude la responsabilidad de la UE de dar respuesta a las miles de personas refugiadas que se agolpan en su territorio y en sus fronteras".
Las organizaciones creen que si este acuerdo se ratifica "Europa podría caminar peligrosamente hacia la erradicación del Derecho de Asilo y la Protección Internacional, poniendo en cuestión los pilares básicos de la propia configuración de la UE".
"La UE ha "comprado" las devoluciones a Turquía por 3.000 millones de euros por los costes de gestión y 3.000 millones adicionales en 2018, sin ningún mecanismo de control del destino del presupuesto. Además, agiliza la entrada de Turquía a la UE", señaló el manifiesto, que insiste en que el Gobierno de Erdogan "se aleja paulatinamente y alarmantemente de las prácticas democráticas, violando sistemáticamente los derechos humanos".
Según las organizaciones convocantes de las protestas, "Europa tiene capacidad de respuesta pero no tiene voluntad política", por lo que instan al Gobierno español a convencer a sus socios europeos de que "reconsideren" este acuerdo.
El diputado Garzón insistió en que "es esencial luchar contra este tratado" y "cambiar la filosofía política de esta UE" que calificó como "criminal".
"Esta UE es criminal, porque es un crimen no atender a gente que huye de las guerras que, además, en gran medida son responsabilidad de países occidentales, incluidos los que están en la OTAN. La UE está cometiendo un doble crimen", afirmó el líder de Izquierda Unida.
Las protestas terminaron exigiendo a los Gobiernos e instituciones europeas "medidas urgentes" que atajen las causas y las consecuencias de "la mayor crisis humanitaria a la que se ha enfrentado Europa en los últimos años".