Anteriormente, el Comité Norcoreano para la Reunificación Pacífica de la Patria declaró el jueves "inválidos" todos los acuerdos de cooperación económica e intercambios entre los dos países.
Pyongyang atribuyó estas medidas al nuevo paquete de sanciones surcoreanas.
La decisión de anular todos los acuerdos económicos significa que prácticamente todos los activos y el capital de las empresas surcoreanas en el complejo conjunto de Kaesong serán confiscados a favor de Corea del Norte.
Según Luziánin, el anuncio del cese de relaciones económicas "desestabilizará aún más no sólo las relaciones intercoreanas, sino también la situación regional en el Este de Asia".
"Pyongyang, con sus medidas poco meditadas (…) y debido a la inexperiencia del joven Kim Jong-un, tiende una trampa a China y Rusia y los hace más vulnerables en términos de seguridad estratégica", dijo reiterando que Pyongyang "no lo hizo a propósito".
El experto señaló que se trata de "la decimoprimera o duodécima vez" que las relaciones intercoreanas se deterioran, "el proceso va en una espiral", por lo cual "en un par de meses habrá señales de 'deshielo y las tensiones se calmarán".
En opinión del experto, Corea del Norte no quiere una guerra con el Sur y se da cuenta perfectamente de los resultados deplorables, pero ideológicamente mantiene su reputación.
La tensión en la región se volvió a disparar después de que el país comunista llevara a cabo su cuarta prueba nuclear el 6 de enero y un mes después lanzara un cohete con un satélite en lo que pudo ser el ensayo encubierto de un misil balístico.
Además, el jueves los militares surcoreanos informaron que dos misiles de corto alcance fueron lanzados desde el territorio norcoreano y cayeron al agua cerca del puerto de Wonsan en el este del país tras volar unos 500 kilómetros.