CARACAS (Sputnik) — La Fuerza Armada "manifiesta su profunda indignación y rechazo absoluto a la infeliz y absurda decisión del presidente (…) Barack Hussein Obama, de extender por un año más las sanciones, arbitrarias y sin sustentación jurídica, contra ciudadanos venezolanos", dice un comunicado firmado por su jefe operacional, el general Vladimir Padrino.
Obama dictó en marzo de 2015 una orden ejecutiva que prohibió conceder visas y dispuso bloquear bienes de seis jefes de unidades militares y una fiscal del ministerio público sindicados, según Washington, de violar derechos humanos al reprimir manifestaciones antigubernamentales en Venezuela a lo largo de 2014.
El soporte de la medida fue declarar al país petrolero "amenaza inusual y extraordinaria", y aunque portavoces de Washington minimizaron la potencial amenaza venezolana, se abstuvieron de revocar la orden ejecutiva, como reclamó Caracas con apoyo de sus socios en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe.
La réplica castrense de Caracas asentó que "no es Venezuela el país que interviene en distintas partes del mundo para promover y ejecutar guerras atroces que generan miles de víctimas entre fallecidos, heridos y desplazados, incluyendo ancianos y niños".
"No es Venezuela la que promueve actos desestabilizadores en gobiernos de otras latitudes. No es Venezuela quien decide y ejecuta bloqueos comerciales, económicos y financieros contra otros pueblos del mundo", dice el comunicado.
La declaración concluye pidiendo "mantenernos unidos, pueblo y Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en perfecta sinergia, para enfrentar la hostilidad de la antipatria".
Estados Unidos es el principal destino del petróleo que exporta Venezuela, pero ambos países llevan una larga década de enfrentamientos políticos y diplomáticos, y desde hace cinco años mantienen sus relaciones diplomáticas a nivel de encargados de negocios.