BOGOTÁ (Sputnik) — “El bolígrafo es el símbolo del cambio, de la transición que Colombia vivirá en pocos meses, de un país donde las balas serán el pasado y la educación se convertirá en el presente y el futuro”, señaló el ministerio a esta agencia mediante un comunicado en el que detalla la iniciativa.
La presentación del curioso lapicero es justificada por el Gobierno en virtud de que después de cincuenta años de conflicto armado en el país la inversión para educación es ahora mayor que para defensa.
Según datos oficiales, el presupuesto para educación en el periodo 2014-2018 es cercano a los 137 billones de pesos (unos 43.000 millones de dólares), mientras que para seguridad y defensa es de 94 billones (unos 29.400 millones de dólares), lo que refleja un incremento de recursos para la educación superior al 40 por ciento respecto al cuatrienio anterior.
Así las cosas, el bolígrafo representa la transición de las balas a la educación para la paz, razón por la cual el mismo ya fue entregado por el ministerio a periodistas y escritores del país, a quienes la cartera invita “a hacer lo que mejor saben, a imaginar, soñar y escribir a través de cuentos, historias, o relatos su visión de una Colombia en Paz”.
Por el momento el bolígrafo tiene una edición limitada, no está a la venta y es utilizado por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, como un regalo simbólico para distintas personalidades, académicos o invitados extranjeros que arriban al país.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, saludó a Colombia tras recibir uno de estos accesorios.
“Gracias al Ministerio de Educación por el Bolígrafo. Gran mensaje para escribir la historia de paz en Colombia”, escribió el diplomático uruguayo en su cuenta de Twitter el pasado febrero.
Gracias a @Mineducacion @ginaparody por el #Balígrafo. Gran mensaje para escribir la historia de paz en #Colombia pic.twitter.com/WbjDLuCCcp
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 2 февраля 2016 г.
Aunque según versiones preliminares se preveía que el balígrafo sería entregado también a escolares de diferentes colegios estatales, la ministra de Educación, Gina Parody, negó tal posibilidad al aducir que no el Gobierno no quiere “contaminar” a los niños con más balas de verdad.
“Este Gobierno está convencido que la educación será el legado más valioso que podrá dejar a las nuevas generaciones, porque será desde las aulas de clase donde comience a reescribirse la historia de una Colombia en paz”, señala el comunicado del ministerio.
“Con el silencio de los fusiles, Colombia podrá pasar la página y empezará a escribir el capítulo de la paz, la equidad y la educación”, señala la promoción de la iniciativa, similar a otras de su tipo que se desarrollaron al final de conflictos bélicos como el de Bosnia-Herzegovina (1992-1995).
Desde noviembre de 2012 el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) mantienen diálogos de paz en La Habana, Cuba, con el objetivo de poner fin a un conflicto armado interno de más de medio siglo de existencia en el país, que ha dejado 7,8 millones de víctimas y más de 220.000 muertos, según cifras oficiales.
La firma de la paz definitiva está prevista para el 23 de marzo, aunque existen dudas respeto a que se pueda rubricar el fin del conflicto en esa fecha y se especula con que ese día solo se firmaría un acuerdo parcial o se anunciaría el cese del fuego bilateral.