El político recordó que "Lula prestó su testimonio en numerosas ocasiones" por lo que la conducción coercitiva de este viernes sería una mera provocación: "No están actuando con serenidad, es echar gasolina en el fuego", agregó.
"La operación llegó después de unas supuestas declaraciones que no han sido homologadas", explicó Florence en referencia a las filtraciones proporcionadas por la revista Istoé el pasado jueves en torno a la declaración ante la Justicia Federal del exlíder del PT en el Senado, Delcidio Amaral, quien acusó a Lula da Silva de encubrir activamente la corrupción en Petrobras.
Precisamente, en la mañana de este viernes manifestantes a favor del expresidente se enfrentaron con sectores de la oposición frente a la residencia de Lula en la localidad de Sao Bernardo dos Campos, en el Estado Sao Paulo, y en el aeropuerto de Congonhas, lugar en el que presta declaración Lula, y donde la Policía tuvo que intervenir para separar partidarios y detractores del PT que se dieron cita en el lugar.
En su opinión, "la labor de los Gobiernos de Lula y Dilma Rousseff transformaron a Brasil e hirieron de muerte a los intereses de las élites económicas y los medios de información privados, por eso ahora colaboran en contra de su imagen pública", además, Florence recordó que el Instituto Lula, que también ha sido acusado este viernes, "desmontó una por una" las acusaciones que relacionaron a Lula con la constructora OAS por un apartamento en Guarujá, Sao Paulo.