El Gobierno chileno logró aprobar una histórica reforma de la educación para garantizar el acceso gratuito a la Universidad y además lanzó una ambiciosa reforma de la Constitución para terminar con las últimas disposiciones que impuso la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Para el especialista, la mandataria atendió a los corporativismos, "que tienen causas dignas", pero que en última instancia terminan beneficiando a aquellos con mejores posibilidades económicas.
Según una encuesta de la empresa Adimark divulgada el jueves, solo el 27 por ciento de los encuestados aprobaron la gestión de la mandataria, mientras que la desaprobación alcanzó el 67 por ciento.
Cuando culminó su primer mandato (2006-2010), el 84 por ciento de la población aprobaba la gestión de Bachelet.
Corrupción
Aparte de las reformas, el otro aspecto que perjudicó la imagen de la jefa de Estado fueron los casos de corrupción y tráfico de influencias que vinculan a su hijo, Sebastián Dávalos, a la esposa de este, Natalia Compagnon, quien terminó imputada.
"Cuando se le preguntaba sobre los viejos casos de corrupción, Bachelet decía 'mano dura' y que se debía actuar con agilidad, sin embargo cuando se involucra a su hijo, dijo que no había que apresurarse, que había que esperar el fallo de la justicia", aclaró el politólogo, quien agregó que la mandataria "tendría que haber responsabilizado públicamente a su hijo".
Michelle Bachelet cerró el 2015 con la tasa de aprobación más baja que registra un presidente de Chile en la última década, cumpliendo ya dos años de gestión con graves problemas ante la opinión pública.