MOSCÚ (Sputnik) — "El saliente presidente de EEUU es un 'pato cojo' en términos norteamericanos; deja a su sucesor una herencia de malas relaciones con nuestro país", afirmó el diputado a la prensa.
Según Lévichev, "la prórroga de las sanciones por un año más fija una tendencia para la política norteamericana que costará cambiar al nuevo inquilino de la Casa Blanca".
Este miércoles el presidente de EEUU, Barack Obama, prorrogó las sanciones implementadas inicialmente en marzo de 2015 contra Rusia, debido a los sucesos en Ucrania.
En opinión del diputado, las acciones de Obama están influenciadas de modo determinante por celos políticos, ya que precisamente gracias a Rusia y pese a las posturas de la administración norteamericana fue posible solucionar una serie de graves problemas internacionales.
Tema: Sanciones de Occidente contra Rusia
Además, muchos de los actuales problemas internacionales son precisamente consecuencia de la política de EEUU, añadió el diputado.
Lévichev considera que la prórroga de las sanciones es una reacción enfermiza ante la confirmación de que Rusia "ocupa posiciones de liderazgo a nivel mundial y lleva a cabo una política independiente que se contrapone a los intentos de EEUU de imponer su hegemonía, modificar el trazado de los mapas a su antojo, actuar al margen de la ONU, violando el derecho internacional y entrometiéndose abiertamente en los asuntos de otros Estados".
"Nada más motiva esa prórroga automática de las sanciones, contradice en cambio, por ejemplo, la interacción que con tanto esfuerzo logramos establecer para enfrentarnos a los terroristas y solucionar la situación en la propia Siria", afirmó el parlamentario.
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Según Lévichev, Rusia ya lleva dos años viviendo bajo las sanciones de la UE y EEUU, y pese a ello, mantiene su independencia política, económica y social.
"Por ello lo importante ahora es desarrollar nuestra economía, el mercado interior, las instituciones sociales, la cooperación mutuamente provechosa con nuestros socios de BRICS, la región de Asia y el Pacífico, América Latina y otras regiones que no obedecen a las sanciones norteamericanas", concluyó.
Las relaciones entre Rusia y Occidente se deterioraron a raíz de la crisis ucraniana y particularmente tras la adhesión de la península de Crimea al territorio ruso.
EEUU, la UE y otros países occidentales aprobaron varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió con un veto agroalimentario.
En septiembre de 2015 la UE prorrogó las sanciones individuales contra 149 ciudadanos de Rusia y de Ucrania, entre los cuales se encuentran los líderes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.