WASHINGTON (Sputnik) — El decreto presidencial reza que las sanciones vigentes deben seguir en vigor más allá del 6 de marzo dado que Rusia sigue representando una "amenaza extrema a la seguridad nacional y la política internacional de EEUU".
Las relaciones entre Rusia y Occidente se deterioraron a raíz de la crisis ucraniana y particularmente tras la adhesión de la península de Crimea al territorio ruso.
En abril de 2014, Kiev lanzó una operación militar en las provincias de Donetsk y Lugansk para ahogar los focos de indignación por el cambio de poder violento ocurrido en el país en febrero del mismo año.
Kiev y Occidente acusan a Rusia de estar implicada en el conflicto, algo que fue rechazado reiteradamente por el Kremlin y el Ministerio de Defensa ruso.
EEUU, la UE y otros países occidentales aprobaron varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió con un veto agroalimentario.
En septiembre de 2015 la UE prorrogó las sanciones individuales contra 149 ciudadanos de Rusia y de Ucrania, entre los cuales se encuentran los líderes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.