Algunos países y en primer lugar "Occidente, Arabia Saudí y Catar", denunció, quieren derrocar al Gobierno y al presidente, destruir el Estado y hacer de Siria un país con división religiosa como Líbano o Irak".
"La Constitución es hoy el símbolo de la unidad y la soberanía, de un Estado independiente. Debemos atenernos a la Constitución (…) también en lo que respecta a las elecciones", subrayó.
El presidente sirio acusó a Occidente de agravar con su embargo a Damasco la catástrofe humanitaria que vive de Siria.
Por otro lado, "Turquía, Arabia Saudí y Catar apoyan a los terroristas", dijo Asad, quien exigió poner fin al tráfico de armas y otro tipo de apoyo que los yihadistas reciben desde esos países.
"Si todos los países cumplen con sus compromisos, puedo garantizar que no habrá problemas para acabar con esta pesadilla en Siria", concluyó.



