RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — En concreto, la propuesta del PMDB acabaría con el actual régimen de explotación del 'presal' que en la actualidad exige una participación mínima del 30 por ciento de Petrobras en cualquier yacimiento, una circunstancia muy difícil de mantener ante la difícil situación financiera de la mayor compañía de Brasil, algo que amenaza la exploración de estas prometedoras reservas marinas.
Sin embargo, oficialmente el ministro de Minas y Energía, Eduardo Braga, expresó el pasado lunes que el gobierno defendería la vigencia de la actual ley aunque, en realidad, esta postura podría limitarse al índice mínimo de participación local en los proyectos y a los beneficios de los 'royalties', es decir, los derechos de propiedad que el estado brasileño impone a la actuación de compañías extranjeras sobre sus recursos.
"Vamos a deliberar lo más rápidamente posible. Es una materia de interés nacional y necesitamos proteger el interés estratégico de Brasil, sin embargo es necesario acabar con la obligatoriedad del 30 por ciento", declaró esta semana el presidente del Senado por el PMDB, Renan Calheiros, quien estaría actuando como enlace entre Rousseff, su partido y los sectores favorables al proyecto del Partido de los Trabajadores (PT).
Cabe recordar que los recursos del 'presal', unos 176.000 millones de barriles, fueron declarados como recurso estratégico por el gobierno del expresidente Luis Inácio Lula da Silva quien creó todo un sistema para protegerlo de las injerencias de las grandes petroleras extranjeras, precisamente el escándalo de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad norteamericana (NSA, por sus siglas en inglés) tuvo como objeto obtener datos confidenciales sobre el 'presal'.
"Existen evidencias suficientes que indican que el espionaje norteamericano de la NSA sobre la presidenta Rousseff tuvo como unos de sus objetivos el obtener informaciones en el área del petróleo brasileño", concluyó la líder de uno de los principales partidos de la base del gobierno de Dilma Rousseff que serían reacios a la aprobación del proyecto, una posición similar al popular senador del PT, Farias Lindbergh.