Kaesong fue clausurado la semana pasada después de que Seúl acusara a Pyongyang de que el grueso de los 100 millones de dólares de los 50.000 empleados norcoreanos iban a Defensa.
El ministro de Unificación, Hong Yong-po, había afirmado el domingo que tenía en su posesión documentos clasificados que no podía hacer públicos que confirmaban que el 70% de los sueldos eran destinados a las oficinas del Partido de los Trabajadores antes de su destino final, según el diario Korea Herald.
"Algunas partes relacionadas con los números fueron malinterpretadas. Fue en parte mi culpa, no quería hablar sobre pruebas sino explicar en detalle cuáles son nuestras preocupaciones", afirmó.
Las contradictorias declaraciones llegan después de que el sector más conservador de Seúl haya culpado a la administración del complejo de violar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU al permitir el mal uso de sus beneficios.
El destino de los sueldos de Kaesong es un asunto polémico en Corea del Sur.
Un trabajador norcoreano escapado a Seúl afirmó que de los 80 dólares que percibía de la empresa surcoreana sólo se llevaba a casa cinco, mientras el resto se lo quedaba el régimen.
Kaesong es el mayor símbolo de colaboración entre ambas coreas y una de las escasas vías de divisas del régimen estalinista.