"Los datos de inteligencia apuntan a que los aviones que atacaron esos objetivos civiles habían despegado de la base aérea estadounidense de Incirlik en Turquía en la que están desplegados aviones de la coalición de EEUU y Turquía", dijo a RIA Novosti.
Así se desprende, según Morózov, de los datos recopilados por un grupo de satélites encargado de hacer un seguimiento "minuto a minuto" de la situación en Siria y de los drones que actúan en el espacio aéreo.
Los intentos de responsabilizar a Rusia de los ataques contra los dos hospitales forman parte de la guerra informativa de la que Moscú es blanco, manifestó a su vez el diputado Leonid Kaláshnikov, vicepresidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara Baja rusa.
"Es propaganda de las guerras informativas que se libran en contra de Rusia", comentó a RIA Novosti.
Con anterioridad, Washington atribuyó a las fuerzas gubernamentales sirias y a Rusia los ataques aéreos realizados el lunes contra un hospital asistido por MSF en la provincia de Idlib y el hospital infantil de Aza, en la provincia de Alepo.
Estas acusaciones se produjeron después de que la ONG denunciara que su hospital de Idlib fue destruido tras un bombardeo que dejó al menos nueve muertos y ocho desaparecidos.
El presidente de MSF Francia, Mego Terzian, responsabilizó del ataque a las "tropas leales al presidente (sirio) Bashar Asad".
En septiembre pasado la aviación rusa lanzó una ofensiva aérea en Siria contra los grupos yihadistas Estado Islámico (Daesh por su acrónimo árabe) y Frente al Nusra, ambos proscritos en Rusia y otros países, a petición de Asad.
Occidente acusó en reiteradas ocasiones a Rusia de bombardear no solo las posiciones de los terroristas, sino también a la llamada oposición moderada y blancos civiles, lo que Moscú rechaza categóricamente.