"Considerando que los militares turcos no atacan a los militares rusos en Siria y el objetivo de estos es enfrentarse a los terroristas, Rusia no se enfrentará a militares de terceros países no considerados terroristas, para no agravar las de por sí difíciles relaciones", indicó el político ruso.
El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, señaló que se trata de una medida de respuesta debido a la amenaza que representan para la frontera turca las unidades del Partido de la Unión Democrática de los kurdos sirios y exigió a esta formación política abandonar sus posiciones al norte de Alepo.
El líder del Partido de la Unión Democrática de Siria (PYD), Salih Muslim Muhammad, declaró que no se retirarían de estas zonas.
Desde marzo de 2011 Siria vive un conflicto armado, en el que murieron más de 250.000 personas, según la ONU.
El pasado 30 de septiembre, la aviación rusa lanzó una operación aérea contra Daesh en Siria a petición del presidente del país, Bashar Asad, y desde entonces logró abatir a centenares de yihadistas y destruir miles de instalaciones de su infraestructura.
El 24 de noviembre, la Fuerza Aérea turca derribó en el espacio aéreo sirio un avión ruso que retornaba a su base tras bombardear objetivos terroristas.
El ataque se saldó con la muerte de uno de los dos pilotos; otro militar ruso murió durante la operación de rescate.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el hecho como "una puñalada por la espalda".