Según los reportes preliminares, se trata de las aldeas de Merimin y Anab situadas en las inmediaciones de Afrin, cerca de la frontera con Turquía.
Anteriormente, las autoridades de Damasco condenaron los ataques de Turquía contra el territorio sirio al calificarlos como apoyo directo a los terroristas.
En una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el Ministerio sirio de Exteriores además instó a tomar medidas para garantizar la seguridad y “poner fin a los crímenes del régimen turco”.
El sábado la artillería turca atacó la base aérea de Menagh, ubicada en la provincia siria de Alepo y controlada por los kurdos.
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El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, declaró que los bombardeos fueron llevados a cabo como medida de represalia y conforme a las reglas de enfrentamiento.