"Yo he considerado como mi deber apoyar estas relaciones en nuestra sociedad, y hacer todo lo posible para que las relaciones entre nuestros Estados y pueblos pasen a un nuevo nivel", afirmó Kiril durante la ceremonia, en su tercer día de visita a la isla.
El primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa destacó que "en la segunda mitad del siglo XX, estas relaciones se convirtieron en muy especiales".
Kiril recibió la orden de manos del presidente cubano Raúl Castro en el Palacio de la Revolución (sede del Gobierno).
El patriarca cerró sus palabras de agradecimiento con la frase que dijo haber aprendido durante su adolescencia en la entonces ciudad de Leningrado (hoy San Petesburgo), durante una visita del líder de la revolución cubana Fidel Castro: "¡Viva Cuba!".
Por su parte, al dar lectura a los méritos para la condecoración, el secretario del Consejo de Estado de Cuba, Homero Acosta, destacó los esfuerzos del líder ortodoxo por fortalecer las relaciones bilaterales.
"La excelente relación entre Rusia y Cuba está basada en los profundos lazos de amistad y de respeto mutuo entre nuestros pueblos. Un papel importante de esa relación la ha tenido la Iglesia Ortodoxa Rusa, y en particular su primado, el patriarca Kiril", afirmó.
Acosta destacó asimismo que la Iglesia Ortodoxa Rusa "prestigia el diálogo, el entendimiento y el respeto entre los pueblos", y señaló que Kiril hizo una "especial contribución a las relaciones" entre La Habana y Moscú.
El patriarca ruso concluirá este domingo su visita a la isla, para proseguir una gira latinoamericana que lo llevará también a Paraguay y Brasil.