"Nos preocupan las informaciones que se anuncian públicamente y a través de los canales cerrados de que los turcos están planeando colonizar los territorios sirios o incluso ya empezaron a hacerlo bajo el pretexto de crear en la zona campamentos temporales para los refugiados sirios e impedirles que entren en Turquía donde, según sus palabras, los campamentos ya están saturados", señaló Lavrov en una entrevista con el diario Moskovski Komsomolets.
Las relaciones entre Moscú y Ankara se deterioraron después de que el 24 de noviembre de 2015 Turquía derribase en el espacio aéreo sirio un avión ruso Su-24 que regresaba a su base tras bombardear objetivos terroristas, un hecho que el presidente Vladímir Putin calificó como "una puñalada por la espalda".
Turquía afirmó que el avión violó su espacio aéreo, mientras que Rusia sostuvo que el aparato en ningún momento cruzó la frontera, lo que confirman también los datos de los radares sirios.
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El incidente llevó a Moscú a imponer un paquete de sanciones económicas contra Turquía, en particular en los sectores de comercio y turismo.