El ritmo de crecimiento del radicalismo islámico, indicó el experto, se ha elevado en toda Europa, sobre todo por la influencia de las campañas de grupos terroristas como Daesh (autoproclamado Estado Islámico) y Al Qaeda.
Las personas que "no se sienten ni adaptadas ni acogidas" en Europa tienden al radicalismo por razones culturales y religiosas, afirma el consultor.
"Se sienten como en un mundo completamente demoníaco, que va contra todas sus creencias, principios y valores", dijo el analista al señalar también que la propia Europa ha perdido sus valores.
La semana pasada, el diario francés Le Figaro publicó una estadística que muestra que el número de radicales franceses se duplicó en los últimos diez meses hasta 8.250.
El grupo terrorista Daesh, prohibido en Rusia y otros países, se ha convertido en una de las amenazas principales a la seguridad global.
En tres años logró apoderarse de un vasto territorio en Irak y Siria y, además, está intentando extender su dominio a África del Norte, en particular a Libia.