A días de la llegada del papa Francisco a México, una investigación conjunta con documentos eclesiásticos revela una trama para "cubrir las formas entre la Iglesia y los intereses políticos, pero con un trasfondo de irregularidades que ensombrecen la boda religiosa" del mandatario con la actriz de telenovelas de la cadena Televisa.
Los documentos revelan que jerarcas de la Iglesia católica, la Santa Sede y Peña, antes de ser Presidente, cuando era gobernador del Estado de México (2005-2011), "tuvieron conocimiento del proceso irregular para anular el matrimonio religioso".
La investigación muestra una compleja maquinación eclesiástica y política, protagonizada por la Arquidiócesis de México y el gobierno del Estado de México que rodea la capital, fue urdida para anular la primera boda religiosa en 2009 entre la actriz y el productor de telenovelas, José Alberto Castro, padre tres hijas de Rivera.
La anulación se basó en un "injusto juicio" para sancionar al sacerdote José Luis Salinas Aranda, por haber supuestamente simulado la primera boda de la actriz.
El cardenal Norberto Rivera, a la cabeza del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de México ordenó castigar al sacerdote Salinas Aranda, por haber "simulado" la boda en una playa de Acapulco, y a la vez descalificó la boda auténtica, efectuada días antes en la Ciudad de México, documentada en el acta original del 2 de diciembre de 2004.
Pero la Rota Romana, máximo tribunal eclesiástico del Vaticano que el papa Francisco conoce, revirtió desde el 20 de noviembre de 2012 el juicio en contra del sacerdote Salinas Aranda, considerando que fue víctima de un "craso simulacro de justicia", revela el documento original emitido días antes de que el sacerdote muriera de cáncer del hígado.
Una víctima de la trama
El ponente de la resolución de la Rota Romana del Vaticano, monseñor Gerardo McKay y los otros dos integrantes del máximo tribunal, consideraron que el juicio contra el sacerdote fue "construido confusamente", porque el sacerdote no había intervenido como ministro de una boda falsa, nunca fue citado por el Tribunal de la Arquidiócesis, ni fue nombrado un defensor.
El sacerdote Salinas Aranda le advirtió a Peña, en una carta fechada el 5 de noviembre de 2010, tres semanas antes de su boda en la catedral de Toluca, que existían "una gran cantidad de irregularidades canónicas" en el castigo de la Arquidiócesis de México en su contra, y que "las implicaciones que todo esto tiene son en verdad muy graves".
La llamada por Televisa "boda del año", según la investigación, fue parte de "una paciente y calculada estrategia mediática y política" y de una "oscura trama eclesiástica".
La Presidencia de la República fue consultada antes de publicar la investigación y declinó realizar algún comentario a los dos medios, los mismos que revelaron en 2014 la existencia de una mansión de la Primera Dama valuada en unos 4 millones de dólares, construida por un contratista del gobierno.
Antes de morir, el sacerdote Salinas Aranda, conocido como "el sacerdote de las estrellas" por su relación con Televisa, guardó toda la historia documental de su caso, incluyendo una extensa carta al Papa Francisco, enviada el 5 de septiembre de 2013.
El jesuita Francisco conoció el testimonio del sacerdote que retrató como "un calvario por el que fui injustamente sometido" por el cardenal primado de México Norberto Rivera, pero también por los intereses políticos y mediáticos que la boda de Peña perfilado desde ese momento "como el candidato más fuerte hacia la Presidencia y quien actualmente es, desde hace menos de un año, el Presidente de la República".
La condena contra el padre Salinas Aranda quien falleció hace cuatro meses, el 7 de octubre de 2015, nunca fue enmendada por la Arquidiócesis de México ni el cardenal Norberto Rivera y se desconoce si hubo respuesta del Papa Francisco a la carta del sacerdote.
El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, admitió en una carta a Proceso y Aristegui Noticias que la Rota Romana declaró nula la sentencia del Tribunal Eclesiástico contra el padre Salinas Aranda, pero descartó que esta resolución tuviera relación con el proceso de anulación de la boda.
