Agregó que se espera la llegada de hasta 55.000 refugiados sirios en los próximos días.
Las relaciones entre Rusia y Turquía empeoraron a raíz del derribo de un bombardero ruso Su-24 por dos cazas turcos en el espacio aéreo sirio el pasado 24 de noviembre.
La aeronave realizaba ataques en el marco de una operación de la aviación rusa contra los grupos terroristas Daesh (autoproclamado Estado Islámico) y Frente al Nusra, ambos proscritos en Rusia y otros países.
Occidente, junto con Ankara, en reiteradas ocasiones acusó a Rusia de apoyar al régimen del presidente Asad y atacar los sectores controlados por la oposición siria y no por Daesh.
Rusia rechaza rotundamente estas acusaciones y afirma que el único objetivo de sus bombardeos en Siria es acabar con el terrorismo.