"Contamos con la reacción correspondiente de los demás países participantes del Tratado", reza el documento.
La Cancillería rusa señaló que entre el 1 y el 5 de febrero Rusia tenía previsto realizar un vuelo de inspección a bordo de un avión An-30B sobre territorio turco en el marco del Tratado de Cielos Abiertos.
La parte turca aceptó la misión de observadores rusos en los plazos acordados, sin embargo, tras llegar los inspectores a Turquía, los funcionario otomanos rechazaron el plan de vuelo, que incluía zonas cercanas a la frontera con Siria.
En las fuentes oficiales no se publicó nada sobre limitación alguna del uso del espacio aéreo en el marco de dicho Tratado.
"La parte rusa reaccionará ante la violación por parte de Turquía de lo convenido en el Tratado de Cielos Abiertos", añadió Exteriores de Rusia.