"A esta pregunta respondemos de forma tradicional que estamos preparados en el mismo grado que los están nuestros socios", dijo el diplomático.
Sin embrago, los lazos con Europa tendrán que ser "repensados".
El diplomático ruso explicó que hace falta "refrescar" el formato y la agenda bilateral.
"Teníamos 18 diálogos sectoriales y hay que ver qué es lo que seguimos necesitando y de qué podemos prescindir", recalcó.
A la vez, destacó la importancia del diálogo al más alto nivel para una comprensión mutua de los problemas que enfrentan las partes.
"Si este diálogo no existe, el entendimiento será solo parcial", explicó.
Por otra parte, al comentar las restricciones impuestas contra Rusia por la UE, Kelin no se mostró optimista.
Las relaciones entre Rusia y Occidente se deterioraron a raíz de la crisis en Ucrania que estalló tras el derrocamiento del presidente Víctor Yanukóvich en 2014, un hecho que Occidente reconoció como "legítimo", mientras que Moscú lo calificó de golpe de Estado.
EEUU y la UE atribuyeron a Rusia la escalada del conflicto en el este ucraniano e impusieron varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió con un veto agroalimentario.